21 de junio de 2008

CACHO CASTAÑA

¡Soy cacho de Buenos Aires
y tengo un sueño escondido,
cantar igual que Gardel!



Humedad...Llovizna y frío...
Mi aliento empaña
el vidrio azul del viejo bar.


No me pregunten si hace mucho que la espero:
un café que ya está frío y hace varios ceniceros.


Y APARECISTE TU

El amor cuando se busca nunca llega
y aparece cuando menos te los esperas
cuando muere la ilusión y el corazón está dormido.
cuando piensas que el futuro ya paso
y las pocas ilusiones quedan muertas
hoy que todo me da igual otra ilusión golpea mi puerta

y apareciste tú...
desvelo de mi noche sin amor a donde estabas??
y apareciste tú
y ya nada fue los mismo para mi con tu llegada
y apareciste tú
cambiando con tu luz y tu mirar todo por nada
que apareciste tú y en mi ventana,
volvió a salir el sol por las mañanas

nuevamente me hace bien esto de amar
aunque dure lo que dure que mas da
lo importante es que mi piel vuelva a sentir la fantasía
puede ser que se me rompa el corazón
puede ser que sea el verdadero amor
pude ser que salga bien o salga mal así es la vida

y apareciste tú...
desvelo de mi noche sin amor a donde estabas??
y apareciste tú
y ya nada fue los mismo para mi con tu llegada
y apareciste tú
cambiando con tu luz y tu mirar todo por nada
que apareciste tú y en mi ventana ,
volvió a salir el sol por las mañanas.


QUÉ TANGO HAY QUE CANTAR

Decime bandoneón,
qué tango hay que cantar,
no ves que estoy muriéndome de pena.
Yo sé que en tus archivos se quedó
un tango que Gardel nunca cantó.

Permiso bandoneón,
tal vez Discepolín
un verso te dejo para mi pena.
Yo sé que con tu aliento a soledad
mi angustia y mi dolor podes calmar.

¿Qué tango hay que cantar,
para poder seguir,
creyendo en el amor una vez más?
Y así disimular ante la gente
la pena de un amor que ya no está.

¿Qué tango hay que cantar,
decime bandoneón,
yo sé que vos también lloras de amor?
Tuviste un desengaño como el mío,
la noche en que Malena se marchó.

Hermano bandonéon
sabeme perdonar
si a todos deschavé, cuál es tu pena.
El beso que Malena no te dio
la noche en que amurado te dejó.

Querido bandoneón
prestame un tango más,
no ves que están azules mis ojeras.
Azules por el frío de un amor,
amor que entra las sombras se perdió.

¿Qué tango hay que cantar,
para poder seguir,
creyendo en el amor una vez más?
Y así disimular ante la gente
la pena de un amor que ya no está.

¿Qué tango hay que cantar,
querido bandoneón?
Busquemos ese tango entre los dos.
Tu pena con mi pena van del brazo,
qué lindo que se hicieran el amor.

Café La Humedad


Humedad...
Llovizna y frío...
Mi aliento empaña
el vidrio azul del viejo bar.
No me pregunten si hace mucho que la espero:
un café que ya está frío y hace varios ceniceros.
Aunque sé que nunca llega
siempre que llueve voy corriendo hasta el café,
y sólo cuento con la compañía de un gato
que al cordón de mi zapato lo destroza con placer.

Café La Humedad, billar y reunión...
Sábado con trampas... ¡Qué linda función!
Yo solamente necesito agradecerte
la enseñanza de tus noches
que me alejan de la muerte.
Café La Humedad, billar y reunión...
Sábado con trampas. ¡Qué linda función!
Yo simplemente te agradezco las poesías
que la escuela de tus noches
le enseñaron a mis días.

Soledad de soltería... Son treinta
abriles ya cansados de soñar.
Por eso vuelvo hasta la esquina del boliche
a buscar la barra eterna de Gaona y Boyacá.
¡Ya son pocos los que quedan!
Vamos, muchachos, esta noche a recordar
una por una las hazañas de otros tiempos
y el recuerdo del boliche que llamamos La Humedad.

TRAFICANTE DE ILUSIONES


Yo que soy apenas lo que puedo,
y no he sido en esta vida todavía lo que quiero,
Yo que por amor dejé de lado tantas cosas
que tenia cuando estuve enamorado
Tengo las costumbres y los vicios que me dio la soledad
Y asco del vacío que me dejan cuando me aman y se van

Yo que soy apenas lo que puedo,
y no he sido en esta vida todavía lo que quiero,
Sigo estando solo por el miedo de perder la libertad

Soy así, un traficante de ilusiones diferentes
Se que soy distintos a todos, pero igual a mucha gente
Soy así, quizás la culpa fue de todas mis amantes
Si me amaron nunca quise, y si quise no lo sé

Yo que por las noches no soy nada
Escuchando las mentiras que dijeron en mi almohada
Hoy que tengo dura la mirada por un mundo de experiencias
solo sé que no sé nada
Y a pesar de todo se que hay algo que me queda por hacer
Algo que la vida puede darme cuando llegue una mujer

Yo que soy apenas lo que puedo,
y no he sido en esta vida todavía lo que quiero,
Sigo estando solo por el miedo de perder la libertad

Soy así, un traficante de ilusiones diferentes
Se que soy distintos a todos, pero igual a mucha gente
Soy así, quizás la culpa fue de todas mis amantes
Si me amaron nunca quise, y si quise no lo sé

Yo que soy apenas lo que puedo,
y no he sido en esta vida todavía lo que quiero,
Tengo las costumbres y los vicios que me dió la soledad
Y asco del vacío que me dejan cuando me aman y se van

Tengo las costumbres y los vicios que me dió la soledad
Y asco del vacío que me dejan cuando me aman y se van...

GARGANTA CON ARENA


Ya ves,
el día no amanece,
Polaco Goyeneche,
cantame un tango más.
Ya ves,
la noche se hace larga,
tu vida tiene un carma,
cantar, siempre cantar.

Tu voz,
que al tango lo emociona
diciendo el punto y coma
que nadie le cantó.
Tu voz,
de duendes y fantasmas,
respira con el asma
de un viejo bandoneón.

Canta
garganta con arena,
tu voz tiene la pena
que Malena no cantó.
Canta,
que Juárez te condena
al lastimar tu pena,
con su blanco bandoneón.

Canta,
la gente está aplaudiendo,
y aunque te estés muriendo
no conocen tu dolor.
Canta,
que Troilo desde el cielo,
debajo de tu almohada
un verso te dejó.

Cantor,
de un tango algo insolente,
hiciste que a la gente
le duela tu dolor.
Cantor,
de un tango equilibrista,
más que cantor artista,
con vicios de cantor.

Ya ves,
a mí y a Buenos Aires
nos falta siempre el aire
cuando no esta tu voz.
A vos,
que tanto me enseñaste,
el día que cantaste
conmigo una canción.

La Gata Varela

La gata sale a cantar, envuelta en adrenalina
y perfuma el escenario, con inciensos y glicinas.

Con un código de tangos sin libros y sin escuela
Y te lo dice pintando con colores de acuarela.

Del mejor de los cantores tiene la vieja enseñanza
de callar cuando se debe y de hablar cuando hace falta.


Gata mojada de lluvia que aligerando los vicios
sale a andar por las cornisas sin caer al precipicio.

Parece una atorrante cuando canta
Parece que se deja y no se deja
Te da la sensación cuando camina
que en vez de una mujer, llegan dos minas.

Parece medio loca y que provoca
Porque el tango en su boca es un gemido
Parece que ya nada la sorprende
Parece saber todo de la vida
Parece, pero no es lo que parece,
es una gata herida.

Los que cantan a los gritos
seguirán siendo aprendices
Porque el tango no se canta
Porque al tango se lo dice
con la pausa y el silencio
al que aluden los poetas
despacito, poco a poco
para que entiendan la letra.

Cuando el publico no escucha
la Gata tiene el orgullo
de tener la mente fresca
en el medio del barullo.

Yo también escribo y canto
sin libros y sin escuela
despacito, poco a poco
como La Gata Varela.

Voy camino a los cincuenta

Voy camino a los cincuenta, punto y coma de la vida,
sin pensar, sin darme cuenta, cerca del punto final.
Esquivando los espejos que antes fueron mi alegría,
y hoy los miro desde lejos para poderme peinar...
Voy camino a los cincuenta, reflexiones y balances,
presintiendo los percances que muy pronto han de llegar.
Si no dejo el cigarrillo se me muere la garganta,
porque siento que no canta como tiene que cantar...

Me da bronca cuando pienso que ya está, que esto fue todo,
que el amor que yo quería y a mi vida no llegaba,
fue una loca fantasía que jamás pude lograr.
Voy camino a los cincuenta, punto y coma de la vida,
sin pensar, sin darme cuenta... Cerca del punto final.

Voy camino a los cincuenta y aunque nunca se lo diga,
lo que resta de mi vida, se lo quiero regalar.
Porque dentro de mi pecho tengo un sueño todavía,
y es un sueño que algun día, sé que lo voy a lograr...

Me da bronca cuando pienso que ya esta, que esto fue todo,
y que sigo estando solo por mi forma de pensar.
Que el amor que yo quería y a mi vida no llegaba,
fue una loca fantasía que jamás pude lograr.

Voy camino a los cincuenta, punto y coma de la vida,
sin pensar, sin darme cuenta, cerca del punto final.
Voy... Voy camino a los cincuenta y a pesar de lo que digo...
por lo mucho que he vivido... Yo no me puedo quejar...


OJALÁ QUE NO PUEDAS

Le mentí que por ella yo iba a dejar,
mi mujer y mis hijos,
Le mentí tantas veces que anoche se fue,
y al marcharse me dijo:

Ojalá que no puedas ni besarla en la boca,
Y al mirarla a los ojos que sospeche que hay otra,
Que le arranca a tu vida lo que ella no puede,
Que le arranca a tu sangre lo que no se atreve.

Ojalá que no puedas destapar la botella,
De tu vino caliente cuando duermas con ella,
Estoy harta del trueque de la hipocresía,
Que despierten sus pieles pensando en la mía.

Ojalá que no puedas

hacerle el amor cuando duermas con ella,
Ojalá que no puedas
hacerle el amor, ojalá que no puedas,
Ojalá que no puedas
hacer que tu piel se agigante de sueños,
Que se muera de ganas, que no tenga consuelo,
Que le sangren las manos
si acaricia tu piel o acaricia tu pelo.

Ojala que no puedas, ojala que no puedas,
Ojalá que no puedas
hacer que tu piel se agigante de sueños,
Que se muera de ganas, que no tenga consuelo,
Que le sangren las manos
si acaricia tu piel o acaricia tu pelo.

Le mentí que por ella yo iba a dejar, mi mujer y mis hijos,
Le mentí tantas veces que anoche se fue,
y al marcharse me dijo.

Ojalá que no puedas, lo que hacías conmigo,
Cabalgando en mi vientre te quedabas dormido,
Y en tu boca dejaba mi tibio candor,
Y en la mía quedaba, tu loco sudor.

Ojalá, ojala que no puedas, tengo celos de amante,
Porque sé que en tu cama soy lo más importante,
Ella se hace la tonta porque le conviene,
Se alimenta conmigo si no, no te tiene.

Ojalá que no puedas
hacerle el amor cuando duermas con ella,
Ojalá que no puedas
hacerle el amor, ojalá que no puedas,
Ojalá que no puedas
hacer que tu piel se agigante de sueños,
Que se muera de ganas, que no tenga consuelo,
Que le sangren las manos
si acaricia tu piel o acaricia tu pelo.

Ojala que no puedas, ojala que no puedas,
Ojalá que no puedas
hacer que tu piel se agigante de sueños,
Que se muera de ganas, que no tenga consuelo,
Que le sangren las manos
si acaricia tu piel o acaricia tu pelo,

Ojala que no puedas, ojala que no puedas,
Ojalá que no puedas
hacer que tu piel se agigante de sueños,
Que se muera de ganas…


CACHO DE BUENOS AIRES



Por esa puta costumbre
de andar haciéndome el vivo,
el que se las sabe todas
y todas las ha vivido.
El que tuvo mil amores
llorando sobre su almohada.
¡Por esa puta costumbre
al final no tengo nada!

Por esa puta costumbre
de regalar carcajadas,
para mostrarle a la gente
que nunca lloro por nada.
Inventando mil historias
para deslumbrar amigos.
¡Por esa puta costumbre
cuantas cosas he perdido!

Soy Cacho de Buenos Aires
y no hay farol que me alumbre.
¡Mi gran amor lo perdí
por esa puta costumbre!
¡Soy cacho de Buenos Aires
y tengo un sueño escondido,
cantar igual que Gardel!

Por esa puta costumbre
de hacerme el galán de moda,
tomando whisky sin hielo,
saber, saber que es mala la droga.
Cantor que canta al amor,
de tanto amor se confunde,
y se queda sin amor,
¡por esa puta costumbre!

Soy Cacho de Buenos Aires
y no hay farol que me alumbre.
¡Mi gran amor lo perdí
por esa puta costumbre!
¡Soy cacho de Buenos Aires
y tengo un sueño escondido,
cantar igual que Gardel!

¡Mi Buenos Aires querido,
antes del amanecer,
voy a entoldarte las calles
por si volviera Gardel!







Biografía


Cacho Castaña o Cacho Castagna, nombre artístico de Humberto Vicente Castagna, nació el 11 de junio de 1942 en el barrio de Flores, en la ciudad de Buenos Aires.

Su vocación por la música se inició en la niñez, a los 14 años ya era profesor de piano. Empezó como pianista en orquestas de tango, y en la segunda mitad de los 60 se presentó como cantante en programas ómnibus que los sábados destinaban su primera hora a nuevos valores, en canal 9.

Compuso unas 2.500 canciones, de las cuales se han grabado unas 500.

Es autor, del famoso tango "Café La Humedad", y de éxitos como "Lo llaman el matador", "La reina de la bailanta", "Señora si usted supiera",
"Garganta con arena" (dedicado a Goyeneche),
"Tita de Buenos Aires" (dedicado a Tita Merello),
"La gata Varela" (dedicado a Adriana Varela),
"Setiembre del 88", "Ojalá que no puedas",
"Quieren matar al Ladrón" (en coautoría), entre otras.
Obtuvo el Premio Gardel en 2005, por su álbum "Espalda con Espalda".

Ha ganado quince discos de oro y otros quince discos de platino.

También ha actuado en y compuesto música para el cine y la televisión.

Vive en su Flores natal y tiene 66 años vividos al ritmo de la noche porteña. Se ganó el título de galán, siendo protagonista de sonados affaires faranduleros: Jorgelina Aranda, Pochi Grey, Dorita Delgado, Diana María y Mónica Gonzaga, entre otras...


Reportajes

(Por Ricardo García Blaya)

Con motivo de su incorporación en el cuadro de la Generación Intermedia de la Academia Nacional del Tango, el 16 de julio de 2007

Cacho es el arquetipo del muchacho de barrio, canchero, simpático, que sueña triunfar con su música. Le tocó una época de transición, el tango decaía y los referentes artísticos ya no eran nuestros, provenían del hemisferio norte.

«Las discográficas decidieron que el tango no iba más. Porque Estados Unidos que maneja todo el planeta ¿cómo no lo iba a manejar musicalmente? A veces, en mis noches de bebida espirituosa pienso que, si nosotros hubiéramos sido una potencia como ellos, la cosa sería al revés y sería el tango la música de los muchachos norteamericanos.

«Soy pianista de estudio y fui a la academia porque me gustaba, no me obligaron mis viejos. Me recibí de profesor superior de música a los 14, y un año antes, debuté en la orquesta típica de Oscar Espósito, en el Parque Japonés, en el viejo Parque Retiro. Después de eso, tuve la suerte y el milagro de no parar con la música y vivir de lo que me gusta.

«Cuando apareció Elvis Presley los pibes que éramos tangueros y hacíamos nuestras primeras armas en el espectáculo, nos empezamos a confundir, a dejarnos las patillas largas, a mover la pelvis en el escenario, a tratar de mezclarnos en el rock and roll.

«Después de eso cada uno hizo lo que pudo. Pero podemos decir que somos una generación que creció con el tango y el rock. Por supuesto, también con los Beatles.

«Hubo un recreo con Julio Sosa que se ganó a la juventud. Sosa llevaba la misma gente que llevaba Palito Ortega. Y pensar que mis primeras raíces fueron Charlo, Francisco Fiorentino, Aníbal Troilo, el Glostora Tango Club. Bastante tiempo después vendrían Susana Rinaldi y Rubén Juárez, pero el tango era una isla.

«Mi primer composición tanguística fue pésima, la tiré a la basura, tenía 13 años. Yo me inicié haciendo todo tipo de música. Algunas de ellas muy populares, las canta todo el país, en las canchas de fútbol, en las calles y, sin embargo, no venden un solo disco. Son éxitos que están a flor de labios de todo el mundo pero no sirven comercialmente.


«En 1971, pegué fuerte con mi tema “Me gusta, me gusta” que llevé a Japón. A partir de ahí, arranqué con todos éxitos que se vendían en discos simples. Hasta ese año, galgueaba, remaba en el dulce de leche, después vino lo bueno.

«Esta noche les voy a hacer una confesión que ustedes no van a creer. Yo tengo registradas en SADAIC, aproximadamente unas 600 obras grabadas. La canción que menos plata me dio es la más aplaudida: “Café La Humedad”, pero es la que más feliz me hizo. Lo compuse en 1972 y evoca el café de Gaona y Boyacá, donde me juntaba con la barra y que ya no está más.

«Con el tango logré un reconocimiento especial. Siempre tuve buena relación con la gente, pero ahora lo noto día a día con los últimos discos de tango que, además obtuvieron por sus ventas, discos de oro y platino. Estoy haciendo lo que me gusta y no pienso salir de este género.

«Yo tuve la suerte de trabajar con “El Polaco” Roberto Goyeneche los últimos años de su carrera. Fue mi ídolo máximo. Él me enseñó a especular con los silencios.

«Con “Qué tango hay que cantar”, que hice con Rubén Juárez ocurrió un hecho divertido.
Nos citamos un día a las seis de la tarde y, de soberbios que somos, dijimos: “Hoy vamos a escribir un tango”.
Un tango lo escribís cuando Dios te lo manda, no cuando vos querés.
Tomamos un vinito, luego otro y otro,
llegamos a la medianoche y seguimos bebiendo.
Nos sorprendió la madrugada en la misma faena y,
al mediodía nos dimos cuenta que no habíamos producido ni una palabra.
Nos despedimos y, recién al día siguiente, ya frescos y por teléfono, salió el tema completo. No me quejo, la pasamos bárbaro esa noche.



«Una canción que elaboré con el corazón y la razón fue “Septiembre del 88”. Expresa lo que realmente sentía. Que la Argentina tenía que mejorar. En la primera parte argumento todo lo que yo vivía: la inflación, el saqueo de los supermercados, la pendiente del gobierno de Alfonsín.
Pero después vino otra mirada y me dije:
yo quiero una Argentina pujante, que tire para arriba, que la gente humilde no sufra, que estemos mejor.
Y salió la segunda parte. No fue tan difícil.
Me la inspiró un amigo que vivía en el exterior.

«Cuando me preguntan el porqué del título “La Gata Varela”, en homenaje a Adriana Varela, contesto siempre:
“Porque es una atorranta cuando canta.
Vos la mirás y sabés que no va a misa. Es como yo.


«También le dediqué un tema a la querida Tita Merello, “Tita de Buenos Aires” y otro, a mi inolvidable maestro, “El Polaco” Goyeneche, “Garganta con arena”.
Le debo un homenaje a Virginia Luque que fue la primera en cantar mis obras.

«Soy pianista y compongo con la guitarra. ¿No te parece insólito? El ser humano es un bicho raro.

«En este momento estoy haciendo un nuevo disco para el sello Odeon.
Compuse bastante este año y tengo muchas expectativas.
Sigue la línea de los anteriores. Yo siempre digo que no hago tango, hago balada-tango.
El bandoneón lo utilizo porque tiene un sonido y un color especial para pintar cualquier cosa.
De repente, a una canción que tiene solamente violines, le ponés un toquecito de bandoneón y es como ver el amanecer de Buenos Aires.

«Los poetas tienen que sufrir para escribir, sino no son poetas.
Antes, se les morían las minas a los 15 años de tuberculosis.
Ahora no es así, hay que documentar las letras con otros motivos,
debemos ser actuales.
Si no hubiera sufrido, no hubiera escrito nada.

«Uno de los días más felices de mi vida, fue cuando actué con la Selección del Tango dirigida por Leopoldo Federico, con todos los monstruos.»

TODO TANGO

*********************
Clarín
http://www.clarin.com/diario/2007/09/28/espectaculos/c-01011.htm

Cacho Castaña: "Yo seguro que me voy al infierno"

A los 65, amplía su propuesta y graba desde clásicos como "A mi manera" hasta una canción de Air Supply.
Casado con una mujer de 28, canta en un tema nuevo que le "gustan las mujeres con pasado". Evoca las enseñanzas de los cafetines. Y piensa en una posible carrera en el exterior.

(Gloria Guerrero )


Con un poquito de ironía, podría decirse que si algo no puede negársele a Cacho Castaña, es su coherencia: durante la última década (desde que se reinventó como cantor sensible del mapa porteño), en todos los reportajes que se le hicieron proclamó tres sentencias idénticas, y con idénticas palabras:

Toqué el piano en una orquesta de tango hasta los 14;
entonces llegó Elvis y me llenó la cabeza de humo;
Bohemia era la de antes, y
Yo escribo de la misma forma en que hablo.

Son, las tres, excelentes imágenes para definir a este hombre de 65 años que, proviniendo de la más elemental música popular y del cine popular más elemental, terminó afianzándose en una exitosísima y meritoria carrera como compositor e intérprete de tango-balada, estilo que le sienta y que siente, y al que rinde honores sin discusión.

Hace un año y medio se casó con Andrea (28), casi cuatro décadas menor que él, hija de su viejo amigo Nicolás Sblano.

Ahora, sin embargo, y lejos de apoltronarse en su discurso ya aprendido, el legendario galán atorrante de la canción ciudadana volvió a patear el tablero y edita un disco diferente. En Y ya nada fue lo mismo, muy poco es lo mismo.

"Lo que pasó es que no quise reiterarme...", dice. "No es que no vaya a grabar más tangos... ¡tengo ocho mil tangos para grabar!, pero ahora no quise.


Realmente tuve ganas de mezclar un poquito, hacer algo diferente.
Es la primera vez en mi vida, en cuarenta años de carrera, que grabo covers que no sean de tango...
Por ejemplo, hice A mi manera, que ya es un clásico;
esa canción me fascinó toda la vida: la música y la letra son perfectas.
Me saqué un par de gustos así...

¿Cómo eras vos a fines de los 60?

Era más flaquito, era más lindo (se ríe). Y me la bancaba más.
Pasaba tres días sin dormir y no me daba cuenta.
Ahora, si no duermo una noche, al otro día estoy hecho pelota...

Este disco tiene los recuerdos de otra época, de la adolescencia, las novias, los bailes de antes, el viejo Zodíaco, el viejo Bamboche, el viejo Manhattan de Liniers...


¿Este disco es como si alguien (recordando la costumbre de aquella época) se "armara" un casete con sus canciones favoritas?

Sí (se ríe), un poco es eso: una lista de preferidos.
Además, no quise seguir una línea de nada.
Si grabás todo un CD con baladas-tango, a mí se me hace que es una plomada.

Y yo me siento cómodo con todo, porque soy Géminis, no te olvides: los Géminis no estamos bien de la cabeza.

Yo un día me levanto y me gusta el tango, y al otro día me levanto y me gusta el rock.
Un día me peino como tanguero; otro día me peino como rockero.


Por eso este disco es así de loco: de golpe arranco con los hermanos Expósito cantando Chau no va más;
hago la Milonga de Jacinto Chiclana (de Borges, musicalizada por Piazzolla), canto Para decir adiós a dúo con María José Demare,
y después te encontrás con A mi manera, que la cantaban Sinatra, Elvis... esos pibes.
Quise cambiar. A mí no me da ver a un tipo cantando sólo baladas-tango en un teatro: me quedo un rato y enseguida me voy a la mierda...

El show tiene que ser, también, divertido: no podés emplomar a la gente con una lágrima, y otra lágrima, y otra lágrima...

Eso no es lo mío. Por eso también me divierte cantar en vivo temas populares, como La reina de la bailanta, Quieren matar al ladrón... y este disco nuevo, de repente, me matiza el show.
Si no, serían dos horas cantando tangos, y yo no me banco a nadie haciendo eso.

¿Ni a vos mismo?

Mucho menos a mí... Me aburro, claro: me canso.
No. A mí me dan ganas de joder en el escenario, quiero saltar, bailar un rato, poner coreografías, minas que bailen, algo divertido...

Vos siempre repetís que una de tus características es escribir como hablás.

Sí, escribo de la misma forma en la que hablo.

¿Y qué hay de tu lenguaje en canciones nuevas de este disco como "Y apareciste tú" o "Tú, tan sólo tú"?

(Se ríe.) Las dos las compuse junto con mi amigo Carlos Marrero: él utiliza mucho el tú.
Yo no lo utilizo para nada. Lo mío es vos, che, soy muy grasa.

Pero cuando lo canto, el tú me gusta, es muy lindo.
Además, con el tú espero tener suerte en el exterior, porque muchas veces afuera me rebotaron los discos: el cheísmo y el voísmo no van.
Entonces me dije: bueno, por ahí de repente se me abre un poco más el mercado latinoamericano. Igual, mucho no me importa, porque no tengo ganas de viajar. Me importa tres carajos... pero bueno...

Otra cosa de la que siempre hablás es de la bohemia perdida, de aquellas escuelas de cafetines que ya no existen y donde se aprendía el oficio de vivir... Más allá de las anécdotas y los gratos recuerdos, por el contrario, ¿qué viste allí que te espantara?

El afano, los chorros, los que andaban con ferretería encima... Siempre los veía volver de algún lugar, contando guita. Les tenía pánico.

A pesar de los peligros de la "universidad de la calle", salvaste el pellejo...

Gracias a Dios tuve una niñez y una adolescencia muy lindas.
Dos viejos maravillosos y dos hermanos mayores: éramos como los Campanelli.

Mi papá era zapatero y yo fui modelista de calzado, al igual que uno de mis hermanos; mi otro hermano era aviador.

Mis padres fallecieron ya, y mis dos hermanos también: murieron jóvenes, a los 40 y 45 años, los dos del corazón. Y eso te marca mucho, sos un poco como la familia que tenés.

Aquí los llevo a los cuatro (muestra su mano derecha: en el dorso tiene tatuadas cuatro estrellas).

Pero en los cafés se aprendía mucho, ojo: los mayores me enseñaron, por ejemplo, el respeto a la palabra usted.
El usted era tremendo. Si un tipo tenía una canita, era el señor y era usted, era me permite, me perdona.

Hoy es ¡che, loco! (frunce el ceño).
Cuando perdés el respeto, perdés un montón de cosas.

Aprendí eso, y a no faltarle el respeto a la hermana de un amigo.
Cuando éramos pibes, la mirábamos pero no decíamos nada: seríamos incapaces de decirle algo a la hermana de un amigo.
Hoy en día te la embarazan... Era distinto.
Y lo distinto no es comparable.


Bueno, "hermanas de amigos",
puede ser... Pero vos te llevaste a la hija de un amigo.
¡Eso es mucho peor!

Bueeeeeeno... sí, peor. Lo mío es peor.

Yo seguramente me voy al infierno...

Ya ves, a algunas de las cosas que me enseñaron en el café, no les di bola.



Reportaje a Cacho Castaña: "Yo seguro que me voy al infierno", Clarín, 28 de septiembre de 2007



Obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/Cacho_Casta%C3%B1a








Temas incluídos en el Podcast:
Qué tango hay que cantar * Café La humedad *
Ojalá que no puedas * Y apareciste Tu


Fotos y datos tomados de Internet

http://es.wikipedia.org/wiki/Cacho_Casta%C3%B1a

http://www.clarin.com/diario/2007/09/28/espectaculos/c-01011.htm



14 de junio de 2008

ARGENTINA!!

20 de Junio
DIA DE LA BANDERA

Que estos colores que amamos
y nos hermanan,
nos mantengan unidos

Y su Sol nos ilumine...



Por el diálogo y la coherencia

Sin soberbia...

Sin violencia!

Por el bien de todos!!

.

7 de junio de 2008

CHICO NOVARRO

Una vez me encontré con Tito Puente y me dijo:
«Chico, pensé que eras un cubano de 91 años y vivías en La Habana.
Para mí, tú no eres argentino»."



CUENTA CONMIGO
-canción ganadora del festival OTI-

Cuenta conmigo
por si tuvieras que encontrar algún motivo
si necesitas algo más que conformarte
si se te ocurre por ejemplo enamorarte
aquí me tienes,
siempre dispuesto
a ver el mundo como tú ni lo imaginas
y si me quieres ver feliz y no te animas
cierra los ojos al aroma de una rosa
mientras mi alma
¡ te cuenta cosas !...

Cosas que nunca te dijeron hasta ahora
si eres consciente de la gente que te adora
de ser un poco la razón de esta canción...
Y si resulta
que no resulta mi sistema de quererte
cuenta conmigo nada más que para verte
y si tuvieras que dejarme,
no te ocupes:
yo me podría acomodar sin molestarte
en un rincón donde pudieras acordarte
que cuando el tiempo haya pasado y tengas ganas
en esas ganas
me encontrarás...
Cuenta conmigo !!

NUESTRO BALANCE
Tango

Sentémonos un rato en este bar
a conversar
serenamente.
Echemos un vistazo desde aquí
a todo aquello que pudimos rescatar.
Hagamos un balance del pasado
como socios arruinados
sin rencor,
hablemos sin culparnos a los dos
porque al final salvamos lo mejor.

Ha pasado sólo un año
y el adiós abrió su herida,
un año nada más,
un año gris
que en nuestro amor duro una vida.
Lentamente fue creciendo
la visión de la caída.
La sombra del ayer
nos envolvió
y no atinamos a luchar...

¡No ves!...
Estoy gritando sin querer
porque no puedo contener
esta amargura que me ahoga.
Perdona, no lo puedo remediar,
mi corazón se abrió de par en par.


ARRÁNCAME LA VIDA


Arráncame la vida de un tirón
que el corazón, ya te lo he dado
apaga uno por uno sus latidos
pero no me lleves, al camino del olvido...

Arráncame la vida de un tirón
que mí razón, se fue contigo
oblígame a vivir, para tu amor
pero no me obligues, a decirte adiós.

Arráncame la vida de un tirón
que el corazón, ya te lo he dado
exhibe mi cariño ante la gente
pero no me quites, la alegría de tenerte...

Arráncame la vida de un tirón
que mi razón, se fue contigo
oblígame a vivir para tu amor
pero no me obligues, a decirte adiós


CÓMO

Como imaginar
que la vida sigue igual,
como si tus pasos
ya no cruzan el portal.
Como pretender esa realidad
como si hasta ayer
brillaba el sol en tu mirar.

Como consolar
a la rosa y al jazmín,
como si tu risa
ya no se oye en el jardín.
Como he de mentirles
que mañana volverás
como despertar si tu no estás.

CORDÓN
Tango

Viejo cordón de mi vereda...
Paredón de suelas, tropezón de amor.
Mientras nadie habla de vos
mientras nadie te recuerda
sos el costado que encierra,
por derecha y por izquierda,
un siglo de procesión.
Sos la escolta sin barullo
de un barrendero y su orgullo,
de un trasnochado botón.

Duro, como el alma de un frontón
sos un penal, de curdas y mosquitos,
largo y pisoteado cinturón
de una ciudad, que va creciendo a gritos.
Si te habrás mamado de alquitrán,
de pucho y celofán, de correntadas,
panteón de rata enamorada
que cruza sin mirar, el callejón.

Sobre el almanaque de tu piel
corrió la miel, de trompos y monedas
viejo cordón de mi vereda,
la luna y el hollín te hicieron gris.

Contame un poco más, del tiempo aquél,
en que el tranvía te afeitaba
cuando la noche era un festín,
de taco y de carmín, en la enramada.
Hablame del zaguán, el verso aquél
que se llevó la alcantarilla
si en este mundo sin orillas
el único peatón sos vos.

ALGO CONTIGO

Hace falta que te diga
que me muero por tener
algo contigo.
Es que no te has dado cuenta
de lo mucho que me cuesta
ser tu amigo.
Ya no puedo acercarme a tu boca
sin desearla de una manera loca,
necesito controlar tu vida,
saber quien te besa
y quien te abriga.

Hace falta que te diga
que me muero por tener
algo contigo.
Es que no te has dado cuenta
de lo mucho que me cuesta
ser tu amigo.
Ya no puedo continuar espiando,
día y noche tu llegar adivinando,
ya no se con que inocente excusa
pasar por tu casa,
ya me quedan muy pocos caminos
y aunque pueda parecerte
un desatino,
no quisiera yo morirme sin tener
algo contigo.



AMNESIA

Usted me cuenta que nosotros dos
fuimos amantes,
y que llegamos juntos a vivir
algo importante.

Me temo que lo suyo es un error
yo estoy desde hace tiempo sin amor
y el ultimo que tuve fue un borrón
en mi cuaderno

Usted me cuenta que hasta le rogué
que no se fuera
y que su adiós dejo a mi corazón
sin primavera.

Que anduve por ahí de bar en bar
llorando sin podérmela arrancar
gastándome la vida en recordar
su juramento.

Perdón, no la quisiera lastimar
tal vez lo que me cuenta sea verdad
lamento contrariarla pero yo
no la recuerdo.


SOMOS LOS ILUSOS

Pará un cachito...
no me digas que vos también
sos uno de esos giles
que se traga cualquier verso,
caídos del catre
de esos que creen
que hay que pagarle al sastre
que aunque cosiendo sea un desastre.
De esos que respetan las luces de los semáforos
y se ubican mal en los espectáculos
porque no tienen le cancha necesaria como para
guiñar un ojo a tiempo.
De esos románticos que el día les alcanza
hasta para cruzar una plaza,
escribir algo de amor
o llevar una flor a la casa.
Querés que te diga, sos un gil,
sos un dulce, sos un honesto.
Vení pateá para allá,
sos uno de los nuestros.

Fuimos los primeros en dar la seña
para comprar un tranvía lleno de fantasía,
de esos que vienen con una antena
para sintonizar a Dios en Noche buena.
Fuimos los primeros en dar los datos,
llenamos los cupones, enviamos los retratos
y recibimos, a vuelta de correo,
dos pasajes al sol en un mateo.

Ilusos nos llamaron, ¿Te acordás?,
del Club de Admiradores de la Paz.
Bobos, fuimos bobos. Siempre nos quisimos.
Bobos, fuimos porque nunca nos mentimos,
bobos entre lobos y al final... crecimos.

Pará un cachito,
no me digas que vos también te tragaste el cuento,
ese de los monitos subacuáticos.
Esos que nacían de la nada
y hasta tenían bigote y se multiplicaban.
Los chicos compran ternura, pero al final
nada les dura...
¿Querés que te diga? ¡Sos un otario!...
Vení, pateá para allá... ya somos varios.

Fuimos los primeros que descendimos
en ese mundo nuevo, color domingo,
en donde nos abrieron bancos de ilusiones
y depositamos sueños en todos los buzones.
Fuimos los primeros de los que fueron
tomados por idiotas, de tan sinceros.
Y sin embargo ahora, mirá que bien lo hicimos,
que de las uvas muertas nacen racimos.

Ilusos nos llamaron, ¿Te acordás?,
del Club de Admiradores de la Paz.
Bobos, fuimos bobos. Siempre nos quisimos.
Bobos, fuimos porque nunca nada nos pedimos,
bobos entre lobos y al final... crecimos.

CANTATA A BUENOS AIRES

Cómo no hablar de Buenos Aires
si es una forma de saber quién soy.
Si es la única ciudad donde se puede
estacionar el corazón a toda hora,
cruzar el sol de contramano y, en un baldío,
ver un show de grúa y topadora.
Una ciudad donde siempre hay un lugar abierto
y en cada bar, una mesa donde arreglan el mundo
los que quedaron despiertos.
Una ciudad donde todos opinan
si hasta se forma una selección en cada esquina.
Cómo no hablar de Buenos Aires
si es una forma de saber quién soy

Buenos Aires,
donde quiera que te nombre una canción
nace un bache
y en el medio del asfalto hay una flor.
Yo te encuentro
apretando en un zaguán el metejón,
a la vuelta de un nostálgico salón,
tras un baile de disfraz,
típica y jazz, pálido adiós.
Y una luna que se pinta para entrar
por el balcón.

Una ciudad que se cuelga
en los ojos de los que van llegando
y se hace nudo en el alma de los que la van dejando.
Que tiene tanto como tanto le pidan:
angustia, soledad, piedad y cuento,
un carnet de coqueta y los mil y un inventos.
Una farmacia de turno el 24 a la noche,
una pareja en coche,
un domingo flaco y porteño,
dos plateas para el cielo atendido por su dueño.
Un buzón, un balcón
y una escalera para subirse a un sueño.
Cómo no hablar de Buenos Aires
si es una forma de saber quién soy.

Buenos Aires,
una estrella va subiendo a un tobogán.
Piedra libre,
para un tango de Cadícamo y Cobián.
Yo te encuentro
en el tránsito infernal de una estación,
en la breve intimidad de un ascensor
compartiendo la emoción
por la final de un Nacional,
muzzarella de cemento y bodegón,
tu corazón, ¡Tu corazón!

CARTA DE UN LEÓN A OTRO

Perdona, si te digo
hermano mío,
que ganas de escribirte
no he tenido.

No sé si es el encierro,
no sé si es la comida,
o el tiempo que ya llevo
en esta vida...

Lo cierto es
que el zoológico deprime
y el mal no se redime
sin cariño,
si no es por esos niños
que acercan su alegría
sería más amargo todavía.

A ti te irá mejor, espero,
viajando por
el mundo entero,
por más que el domador,
según me cuentas,
te obligue a trabajar
más de la cuenta.

Tú debes entender, hermano,
que el alma
tienen de villano,
al no poder mandar
a quien quisieran,
descargan su poder
sobre las fieras.

Muchos humanos
son importantes
silla mediante,
látigo en mano.

Pero, volviendo a mí,
nada ha cambiado aquí,
desde que fuimos separados.

Hay algo, sin embargo
que noto entre la gente,
parece que
me vieran diferente.

Sus ojos han perdido
algún destello,
como si fueran ellos
los cautivos.
Yo sé lo que te digo,
apuesta lo que quieras,
que afuera tienen
miles de problemas.

Caímos en la selva, hermano,
y mira en que
piadosas manos !!
El aire está viciado
de humo y muerte...
¿Y quién anticipar puede
su suerte ?

Volver a la naturaleza
sería su mayor riqueza.
Allí podrán amarse libremente,
y no hay ningún zoológico
de gente.

Cuídate hermano,
yo no sé cuándo,
pero ese día...
viene llegando...












Biografía breve

Nombre Bernardo Mitnik

Nacimiento 4 de septiembre de 1933

Origen Santa Fe, Argentina



Infancia
Nacido en un familia judía de inmigrantes (su padre provenía de Ucrania y su
madre de Rumania)
que llegó a la Argentina con sus dos hijas mayores en 1923,
donde el padre ejerció el oficio de zapatero remendón ambulante.

Se radicaron en la ciudad de Santa Fe,
donde nacieron sus otros tres hijos, entre ellos Bernardo en 1933,
pero debido al asma de éste, en 1945 se radicaron en Cruz del Eje
(provincia de Córdoba).


Los inicios
Recibió una importante influencia de parte de su hermano mayor,

quien tocaba la batería en la agrupación Jazz Don Peralta.
A los 14 años, Mitnik ya tocaba profesionalmente la batería en orquestas de jazz
y cantaba el tango en orquestas típicas.

También tocaba el bongó y el contrabajo.




En los años cincuenta integró la Montecarlo Jazz (de Córdoba),
la Orquesta Argentina de Jazz, la Orquesta de Don Roy,
las orquestas de Lucho Gatica, Daniel Riolobos y Arturo Millán,
el grupo Swing Timers, la Agrupación Nuevo Jazz,
y tocó con músicos como Jorge Navarro, Santiago Giacobbe,
Gato Barbieri y Rodolfo Alchourrón.


Para ese ambiente Bernardo sería Miki Lerman.


Formó con Raúl Boné un dúo de música tropical al que llamaron Los Navarro.
Cuando se separaron en 1962, Boné, que era muy alto, adoptó para sí el nombre
artístico de Largo Navarro.
Casi como un chiste, y a sugerencia del productor de RCA Ricardo Mejía, Mitnik adoptó el nombre artístico de Chico Navarro.

Su primer álbum, en 1961, fue realizado por el dúo con el nombre de Largo y Chico Navarro.



Chico Novarro se caracterizó por abordar con solvencia estilos muy variados,
especialmente bolero y tango, pero con destacadas actuaciones en el jazz, el
rock, la cumbia y el pop.

Él mismo ha definido esta característica diciendo:
«Yo llevo la dispersión en la sangre».


En 1960 se instaló en Buenos Aires

En este entonces ya había pasado por diferentes grupos y estilos musicales:



Dos años después fue contratado por la discográfica RCA Victor para integrar el
Club del Clan,

un programa de televisión que se volvería famoso por difundir
música rock & pop en español, de donde salieron otros exitosos artistas, como
Palito Ortega, Violeta Rivas, Raúl Lavié, Johnny Tedesco, etc.


Fue allí donde el ecuatoriano Ricardo Mejía, gerente de RCA y creador del ciclo, le puso el nombre artístico de Chico Novarro, con el que sería conocido desde
entonces.


En el Club del Clan, Chico Novarro comenzó a componer y cantar
canciones propias.
Las primeras de ellas fueron El orangután, El camaleón y la cumbia Un sombrero de paja, canciones que se han vuelto melodías populares
transmitidas de generación en generación, como si se tratara de folklore anónimo.


En 1965 escribió su primer tango, Nuestro balance,
que fue elegido por Roberto “Polaco” Goyeneche para interpretarlo
(convertido luego también en un clásico),
con el que ganó en el Festival del Parque del Plata en Uruguay.


En 1970 compuso el segundo de sus escasos pero notables tangos,
"Cantata a Buenos Aires" «¿Cómo no hablar de Buenos Aires, si es una forma de saber
quién soy?»,
realizado originalmente para una publicidad del vino Peñaflor que no llegó a concretarse, pero quedó el tango.


En 1971 compuso Cordón, un bellísimo tango dedicado al cordón de la vereda
(«mientras nadie habla de vos»),
como metáfora de la vida del hombre común,
que integra el repertorio de los grandes tangos de la historia argentina.


En 1980 grabó el álbum "Por fin al tango", único dedicado totalmente al tango.
En los años ochenta su tema "Carta de un león a otro"
fue interpretado por Baglietto
que lo convirtió en un éxito del rock nacional argentino.


Compuso canciones con otros importantes letristas y músicos, como Eladia
Blázquez (Convencernos, Pazzía),

Héctor Stamponi (Minas de Buenos Aires),
Rubén Juárez (Se juega),

Federico Silva (Se te hace tarde, Amor de juguete, Por
ejemplo),

Amanda Velazco (Salón para familias, que fuera interpretado por María Elena Walsh).

Compuso mas de setecientas canciones, obras de teatro y música para shows y

películas; algunas de los cuales recorrieron el mundo y fueron interpretadas por

artistas internacionales de la talla de José Luís Rodríguez, María Marta Serra Lima,
el Trío Los Panchos, Olga Guillot ,Marco Antonio Solís, Feliciano, Lolita Flores, Daniel Maza, Luís Miguel, Sandro, Los Ángeles Negros, Tito Rodríguez, Serrat, Michel Legrand, Vicentino, Javier Calamaro y el mexicano José José.


Entre sus éxitos más renombrados están: “Debut y despedida”, “Algo contigo”
“Cuenta conmigo ”, Como”, “Arráncame la Vida” y “Te felicito”.




Dueño de un humor inconfundible y un carisma especial,
Chico Novarro es sin dudas, uno de los compositores más importantes en la
historia de la música argentina.



Obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/Chico_Novarro





Datos y fotos tomados de Internet

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Agregado en Junio 12

Gracias querida amiga Airblue

Por la rosa y por todo lo demás...¡Brindo por la amistad!

Un bisou grand et une fleur pour mon amie Safiro, la mais jolie qu'il trouve