
Quizá una vez en tu balcón sentada
de las estrellas a la luz dudosa,
lejos, entre la noche silenciosa,
un grito oirás cual queja desolada.
Si en tu jardín vagando, dulce amada,
sobre una fresca y encendida rosa,
una lágrima miras temblorosa,
en tus cabellos por la flor preciada,
pensarás que esa gota es de rocío,
y es lágrima de oculto sufrimiento,
es gota del raudal del llanto mio.
Y aquel grito no fué rumor del viento,
soy yo...que muero, y al morir te envíomi último beso y mi último lamento.

Lorenzo Stecchetti
Italiano.-1845-1916.
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